Originalmente, el puzzle o rompecabezas, es considerado como un juego de habilidad que consiste en armar una figura determinada a través de la combinación de cierto número de piezas.
El primer rompecabezas data de 1760 y se basó en un montaje de un mapa sobre una pieza de madera, donde los cortes fueron realizados de acuerdo con las fronteras de cada país. De ahí que su uso fuera únicamente en el ámbito educativo hasta alrededor del año 1820. Desde sus comienzos, los rompecabezas han ido sufriendo grandes transformaciones y en la actualidad podemos encontrarnos con una gran cantidad de formas y usos.
Diferentes tipos de rompecabezas
Actualmente, podemos encontrar muchas variaciones de los rompecabezas originales. Además de los cambios propios en estilo y forma de ensamblaje, tenemos los rompecabezas artísticos para adultos, los rompecabezas para niños y rompecabezas en 3D, entre otros. También tenemos los llamados rompecabezas mecánicos, concebidos en 1890 y dentro de los cuales resaltan los koyosegi, originarios en Japón. Otra de las grandes variedades de los rompecabezas son los famosos tangram y el cubo Rubik, el cual fue inventado en Hungría, en 1974 y cuya popularidad, desde su comienzo hasta la actualidad sigue estando presente como lo ha estado a través de varias generaciones.
Los rompecabezas en los videojuegos
Como se ha mencionado anteriormente, la definición de puzzle va más allá de lo referente a un juego de mesa con fichas de madera planas que buscan formar una imagen. Podemos además incluir en su uso la resolución de problemas o acertijos. En esta categoría, encontramos puzzles referentes a pruebas de habilidad, estrategia, o de rol, que aparecen en diferentes videojuegos. Dentro de éstos, cabe destacar el famoso Tetris.
Además, en esta nueva era digital donde los videojuegos son tan elaborados, nos encontramos algunos que contienen elementos de acertijos, como por ejemplo The Legend of Zelda, Resident Evil, o Cut The Rope, entre otros.